Esto me lo enseñó un amigo del Alma:
Cuando nos duele algo y nos quejamos del dolor,
que tal si nos preguntamos a nosotros mismos:
"A quien le duele? A mi? Soy Yo quien siente este dolor? Quien soy yo, ese dolor?..."
Una seguidilla de preguntas que a veces unos no se quiere hacer por varios motivos, uno de ellos: Miedo.
Miedo a las respuestas, miedo a sufrir por encontrar una respuesta inesperada al problema.
Miedo que nos cubre con un velo la más pura Verdad: Saber quien somos realmente.
No es malo e inmaduro no saber quien sos, por el contrario, es ignorancia lo que uno padece.
Pero en el momento en que te preguntaste algo de todo esto, la ignorancia queda en otro plano, un paso al costado.
Es tu decisión pensar y creer que sabes quien sos o averiguarlo por vos mismo, sin que te lo diga un titulo universitario, un empleo en el mejor de los bancos, ni la plata misma.
Te aseguro que cuando entres en este camino no hay vuelta atrás, vos sos mucho más que lo que ves en el espejo, sos una pieza del gran rompecabezas al que llamamos Todo.
Gracias Amigo, ahora entiendo por que estas a mi lado en este camino.
Los Amo.
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